MERLÍN EL MAGO
Hace mucho tiempo, en Inglaterra, los distintos reinos luchaban entre sí por el poder en una guerra continua. En esa época nació Arturo, el hijo del rey de Uther. Su madre murió al poco tiempo y el rey entregó el niño al mago Merlín, que se lo llevó a un castillo y no descubrió quién era con el fin de protegerle. El pequeño Arturo fue educado en las letras y las ciencias por el sabio Merlín, pero al mismo tiempo trabajaba como escudero de Kay, el hijo mayor del noble que poseía el castillo. Pasó el tiempo y el rey de Uther murió sin que nadie supiera que Arturo era su legítima descendencia.
Entonces los nobles pidieron consejo a Merlín. El mago hizo aparecer una roca con una espada clavada en el centro y escribió debajo:
<<Ésta es la espada Excalibur. Quien consiga sacarla de la piedra, será el rey de Inglaterra>>.
Todos los nobles quisieron probar, pero nadie consiguió la espada. Cierto día se celebraba un torneo entre caballeros en el que Kay iba a luchar, pero Arturo, entretenido con sus juegos, olvidó la espada con la que debía luchar el señor del castillo para el que trabajaba como escudero.
No sabía qué hacer para evitar el castigo que Kay le daría por su descuido, así que cuando vio la espada Excalibur en la roca, tiró de ella y la sacó sin ningún esfuerzo. Cuando los nobles vieron que se trataba de la espada mágica no podían creer que un humilde muchachito fuera su rey y la volvieron a colocar en su sitio. De nuevo nadie fue capaz de sacarla, excepto Arturo, que lo hizo con facilidad. Todos los nobles reconocieron al rey de Inglaterra, el gran Arturo que, con los años, fundó la Tabla Redonda y fue el monarca más justo y próspero que ha existido en el país.
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