LA SEÑORA TRUDE
Érase una joven caprichosa y desobediente que, a pesar de la prohibición de sus padres, quería ver a la señora Trude, ya que todos decían que en su casa estaba llena de maravillas. Cuando llegó, la señora Trude le preguntó por qué temblaba de miedo.
-He visto un hombre negro, otro verde y otro rojo -dijo la joven.
-Son mi carbonero, mi cazador y mi carnicero -contestó la señora.
-Al mirar por la ventana he creído ver al diablo -dijo la muchacha.
-Me viste a mí -contestó la señora Trude - con mi auténtico vestido.
Hermanos Grimm.
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