EL AHIJADO DE LA MUERTE

 
 EL AHIJADO DE LA MUERTE

    Una vez ocurrió que la cadavérica figura de la Muerte se ofreció para ser la madrina de un niño y los padres aceptaron bajo la promesa de que le haría rico y poderoso. Cuando el niño fue mayor, su madrina la Muerte le enseñó el oficio de la medicina.

-Cuando vayas a ver a un enfermo -dijo la Muerte-, fíjate bien porque sólo tú podrás verme. Si me sitúo a los pies de la cama, significará que el enfermo morirá pronto, pero si estoy en la cabecera, podrás salvarle.


   De este modo, el médico ganó fama y pronto se hizo rico.

    Pero un día le llamaron para curar a la hija del rey bajo la promesa de casarse con ella si conseguía salvarla. Cuando vio a la bella muchacha, se enamoró al instante, pero la Muerte ya estaba a los pies de la cama. El médico decidió hacer trampa para salvarla y dio la vuelta a la cama, de modo que la Muerte quedara en la cabecera. La muchacha se salvó, pero la Muerte, muy ofendida, se llevó al médico a su guarida.

-Estas velas que ves representan la vida de los hombres. Cuando una se enciende, otra debe apagarse y puesto que has decidido salvar a la princesa, morirás tú en su lugar.


Hermanos Grimm.

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