LA ORGULLOSA REINA MINNA

 
 LA ORGULLOSA REINA MINNA

    En un reino del norte gobernaba un rey sabio y bondadoso que tenía una hija orgullosa y pagada de sí misma. Cuando el rey murió, la princesa fue coronada reina y todos los habitantes pudieron comprobar la dureza de su frío corazón. Un día un príncipe bueno se presentó ante ella para pedirla en matrimonio, pero la reina Minna le despreció dejando patente que nada podría enternecerla. Desde ese día, todo el reino empezó a congelarse a la misma velocidad que se helaba su corazón.


    El verano parecía no llegar jamás y el viento, el hielo, la escarcha y la nieve anidaban por todos los rincones como jamás lo habían hecho. Poco a poco, todos los habitantes se fueron marchando, e incluso terminó emigrando la corte personal de la reina Minna. Pero ella, orgullosa como era, no quiso abandonar el palacio y se quedó tiritando por culpa del frío y de la humedad, sin querer reconocer que sólo ella tenía la culpa del eterno invierno que había conquistado su reino.

    Cierto día despertó sintiendo como nunca su terrible soledad y no pudo evitar echarse a llorar. Entonces ocurrió algo increíble: por cada lágrima que la reina derramaba, entraba un rayo de sol, hasta que la nieve y el hielo se derritieron y volvió el verano. Con el buen tiempo también regresó el príncipe despreciado, pero esta vez Minna había comprendido que el amor y la emoción podían crear un reino cálido y soleado.



Cuento popular escandinavo. 

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