LA PRINCESA ENCANTADA

 
LA PRINCESA ENCANTADA
    
    Un rey tenía tres hijos a los que quería casar, de modo que les dio un arco y una flecha a cada uno y les dijo que la mujer que recogiera la flecha de su disparo sería su esposa. El hijo mayor disparó y su flecha cayó en el jardín de un marqués, así que se casó con la joven marquesita. 
La flecha del mediano cayó en el patio de un rico comerciante que también tenía una hija a la cual desposó con el príncipe. Pero la flecha del menor cayó en un pantano donde la recogió una rana y el joven, por no faltar a su palabra, se tuvo que casar con ella.


    Pasó el tiempo y el rey pidió que le mostraran las habilidades de las nueras bordando un tapiz. Así lo hicieron, aunque de mala gana, las esposas de los mayores. El menor, en cambio, se deshacía en lamentos porque una rana no podría coser. Pero por la noche la rana se despojó de la piel que cubría a una encantadora doncella y tejió el tapiz más hermoso del mundo. 

    El rey quedó tan maravillado que pidió que su nuera acudiera al baile esa noche. El pobre príncipe se desesperó, pero la rana le dijo que fuera al baile y la esperara allí. De nuevo la rana se quitó la piel y dio paso a la hermosa joven. Cuando el príncipe la vio entrar en el salón, entendió que estaba hechizada, así que corrió a sus aposentos, encontró la piel de rana, la quemó y deshizo para siempre el maleficio. Desde entonces fueron eternamente felices.

Cuento popular ruso.

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