KUAKÚ BABONÍ
LA PEOR DE LAS CRIATURAS
Una mujer tuvo un bebé negrito precioso al que llamó Kuakú Baboní. Apenas tenía unas horas de vida, cuando el niño se puso a hablar, salió a coger leña destrozando el bosque e incluso pegó a los niños más mayores. Los padres, horrorizados por el precoz bebé lo echaron de la cabaña y así, Kuakú Baboní se fue a la selva.
Allí fue donde se encontró con una cabra, un león y un elefante que vivían juntos y en armonía, y que decidieron adoptarle. En lugar de ser bondadoso con quienes les habían ayudado, Kuakú Baboní les dejaba sin provisiones por lo mucho que comía y, no contento con eso, cuando encontraba alguno de los animales solo, les pegaba.
Viendo que era imposible convivir con el terrible niño, los animales decidieron abandonarle y salieron a hurtadillas de la guarida. Pero apenas se habían alejado un poco, Kuakú Baboní salió corriendo tras ellos enfurecido y diciendo que los mataría.
Cada uno huyó por su cuenta como pudo: la cabra pidió protección a los hombres; el león se marchó al desierto y el elefante prefirió la pradera. Éste es el motivo por el cual los animales viven separados y ya no saben estar juntos sin atacarse. También por culpa de Kuakú Baboní los animales de la selva huyen despavoridos en cuanto ven a un hombre.
Cuento popular africano.
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