EL GRANO DE TRIGO

 

 EL GRANO DE TRIGO

    Un niño quedó huérfano y, como única herencia, sus padres le dejaron un grano de trigo. El niño se marchó a buscar fortuna y caminó hasta llegar a una posada, donde pidió refugio. Al verle tan delgado, el posadero sintió lástima y le dio cobijo. 

    Cuando empezó a amanecer, pasó un gallo por el zaguán donde reposaba el niño y, al ver el grano de trigo, se lo comió. El pobre muchacho se puso a llorar, diciendo al posadero que el gallo se había tragado todo lo que poseía en el mundo.

-Pues si el gallo tiene tu propiedad en la barriga, tuyo es -dijo el posadero compasivo.

    El niño siguió caminando y encontró la casa de un campesino, que también le dio cobijo. Durante la noche, un cerdo que había en el patio confundió al gallo con otra alimaña y le atacó, matándolo de un mordisco. Cuando el niño lo descubrió por la mañana, se puso a llorar diciendo que había perdido toda su fortuna por culpa del cerdo y, para recompensarle, el campesino le regaló el cerdo. 

    Siguió su camino y encontró una granja, donde un caballo le dio una coz al cerdo, dejándolo maltrecho y, también en esta ocasión el dueño le regaló el caballo para consolarle. Así fue cómo un pobre niño huérfano llegó a ser caballero.

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