LOS SIETE CABRITILLOS Y EL LOBO

 LOS SIETE CABRITILLOS Y EL LOBO


    Mamá cabra tenía siete cabritillos juguetones. Un día tuvo que salir de casa, así que les dijo a sus pequeños que cerraran la puerta y que no dejaran entrar a nadie hasta que ella volviera. Cuando la mamá se marchó, el lobo feroz llamó a la puerta y dijo que era mamá cabra fingiendo una dulce vocecita.

    - Si eres nuestra mamá - dijeron los pequeños-, pasa la patita por debajo de la puerta para que podamos verlo.

    El lobo se marchó a un molino y se embadurnó una pata con harina para que fuera tan blanca como la de mamá cabra y así consiguió engañar a los cabritillos, que le dejaron entrar.




    En tan sólo unos minutos se los había comido a todos, excepto al más pequeño, que pudo esconderse en la caja del reloj. Después del festín, el lobo se fue a la orilla del río a dormir la siesta. Cuando mamá cabra volvió y el menor de los hijos le contó lo sucedido, fueron sigilosamente a la orilla del río donde estaba el lobo dormido y roncando. Allí mismo le abrieron la tripa, sacaron a los cabritillos vivos y en su lugar pusieron seis grandes piedras, cosiéndole después. Cuando el lobo se despertó, se sintió muy pesado y con mucha sed, así que se arrojó al río para beber..., pero murió ahogado por el peso de las piedras.

Hermanos Grimm.

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