LAS PEQUEÑAS UN OJO, DOS OJOS Y TRES OJOS

 LAS PEQUEÑAS UN OJO, DOS OJOS Y TRES OJOS 

    Una mujer tenía tres hijas: la mayor tenía un solo ojo en mitad de la frente; la mediana tenía tres ojos, uno a cada lado del rostro y otro en medio (ambas se parecían a sus padres, pues allí todo el mundo era así de raro). Pero la hija menor tenía dos ojos, uno a cada lado, igual que nosotros, y todos se reían de ella por ser tan distinta y la maltrataban matándola de hambre. La pequeña Dos ojos era la encargada de cuidar una cabra que tenían. La llevaba a pastar y lloraba desesperada, hasta que un día apareció un hada.

-Cada vez que tengas hambre -dijo el hada-, di estas palabras: <<bala, bala cabrita, aparece mesita>>, y tendrás una mesa repleta de manjares.

La pequeña Dos ojos probó el truco y todo salió como había dicho el hada, así que durante un tiempo no pasó necesidades. Pero la familia sospechaba algo raro, pues la niña no adelgazaba, y la espiaron. Cuando vieron cuál era su truco, mataron a la cabra. Entonces el hada volvió a aparecerse y le dijo a Dos ojos que enterrara el corazón de la cabra en la puerta de su casa.

    Al día siguiente, un árbol cargado de frutos de oro había crecido en el lugar donde enterró el corazón, pero por mucho que lo intentaron, nadie pudo coger los frutos, pues las ramas mágicas se apartaban de sus manos. Sólo la pequeña Dos ojos tenía poder para llegar a ellos y cada vez que arrancaba uno, brotaba otro nuevo. De este modo, Dos se hizo rica y hasta se casó con un príncipe, mientras que su malvada familia se quedó en el monte, sin frutos de oro y sin la cabra que les daba leche.

Hermanos Grimm.

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