EL FLAUTISTA DE HAMELÍN
En la pequeña ciudad de Hamelín hubo una vez una plaga de ratas. Millones de ellas tomaron las calles y las casas, acabaron con las provisiones y cosechas, y mordieron a muchos habitantes. Desesperados, los habitantes exigieron al alcalde una solución.
Entonces llegó a Hamelín un extraño personaje, muy alto y cubierto con una túnica, que dijo tener el poder mágico para que todas las criaturas del mundo le siguieran con sólo tocar la flauta, y pidió mil monedas de oro a cambio de llevarse a las ratas. Naturalmente, su proposición fue aceptada y, así, el flautista se puso a tocar y, como si estuvieran hechizadas, todas las ratas le siguieron hasta llegar al río, donde se ahogaron. Pero cuando el flautista reclamó las mil monedas, el alcalde, ruin, tacaño y desagradecido, se negó a pagarle. El flautista montó en cólera y se marchó prometiendo vengarse; y así fue, porque al día siguiente se puso a tocar su flauta mágica y todos los niños de la ciudad de Hamelín, absortos y hechizados, le siguieron; pero en vez de llevarlos al río, los guió hacia la montaña, donde prodigiosamente la piedra se abrió en dos tragándose al flautista y a todos los niños, de los que nunca se volvió a saber nada.
Robert Browning.
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