PESADILLAS

 

PESADILLAS

    Este trastorno consiste en tener despertares frecuentes en los que se tiene un recuerdo detallado del sueño, muy vívido, se podría decir que bastante largo y que produce miedo. Es por ello que la persona se despierta ansiosa, asegurando que tiene miedo e incluso chillando. En éstos, la persona se siente amenazada, por ejemplo que un niño sueñe que un perro le quiere morder. En este caso, el adulto le podrá tranquilizar explicándole que se encuentran en la habitación y que en ella no hay ningún perro, o que sus padres están cerca, entre otros.

    Las pesadillas están relacionadas con el cansancio mental y la ansiedad. Si una persona está traumatizada por alguna cosa en concreto, las pesadillas se volverán repetitivas. Si la ansiedad diurna disminuye, también disminuirán las pesadillas en intensidad y en frecuencia.

    Este suceso suele darse durante la fase del sueño REM, sobre todo al final de la noche. La persona que acaba de sufrir un episodio, se encuentra desorientada y puede explicar con detalle el sueño vivido. La mayoría de las veces suelen tener dificultades para volver a dormirse, es por ello importante no hablar de la pesadilla, es mejor tratar de tranquilizar a la persona. La edad con la que suelen aparecer con mayor frecuencia es entre los 8 y los 12 años.


Referencias: 

AJURIAGUERRA, J. Manual de psiquiatría infantil. Barcelona: Ed. Masón, 2002.

ESTIVILL, E. y DE BEJAR, S. Duérmete niño. Barcelona: Plaza & Janés Editores, 2000.

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