LA ACTIVIDAD EN NIÑOS Y NIÑAS

 

LA ACTIVIDAD EN EL CENTRO INFANTIL

    Los momentos de actividad de un recién nacido son pocos si los comparamos con los momentos de descanso o el sueño, pues estos últimos son los que ocupan la mayor parte del tiempo, siendo interrumpidos por el hambre o la necesidad de higiene. Sin embargo, son dichos momentos de actividad los que hacen que se refuerce el vínculo afectivo con los adultos. Con forme el bebé va creciendo, también aumentará su tiempo de actividad.


¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE LA ACTIVIDAD?

    Porque a través de la actividad, los niños aprenden. Es por eso que el objetivo principal de las escuelas infantiles consiste en favorecer ese aprendizaje, ofreciendo todos los medios posibles a su alcance. Todas las actividades educativas requieren de la previa organización del espacio, horarios y materiales, con gran flexibilidad para poder realizar modificaciones según las necesidades de los niños y niñas. Aunque parezca una tontería o haya personas que no les dan importancia, es mucho más trascendente y con numerosos estudios realizados por especialistas a lo largo de los años.

    Como se ha mencionado anteriormente, durante la actividad del menor también se establecen relaciones con los adultos, siendo necesaria la colaboración entre familia y escuela para favorecer el intercambio de información y que el aprendizaje que adquieran los niños sea placentera y de calidad.

    El juego tiene lugar desde los primeros días de vida de un bebé, mediante el juego va construyéndose como persona, adaptándose al entorno y las normas que le rodean, por eso los juguetes y materiales que se utilicen son tan significativos pues, gracias a éstos se trabajan diversos aspectos como la psicomotricidad o el lenguaje entre otros temas.


ACTIVIDADES Y JUEGOS DE 0 A 6 AÑOS

    Las actividades y juegos que se pueden desarrollar durante los primeros 6 años de vida son los siguientes:

  • Actividades de movimiento.
  • Actividades de conocimiento y observación.
  • Actividades de lenguaje.
  • Actividades musicales.
  • Juegos de manipulación.
  • Juego simbólico o de imitación.
  • Salidas o excursiones.
  • Celebración de fiestas populares.

    La programación de actividades partirá de las propias actividades cotidianas. Con el tiempo, la duración de dichas actividades irá disminuyendo, a favor de dedicarlo al resto de actividades y juegos, pero siempre serán las actividades cotidianas las que marcarán dicho tiempo. Así pues, es necesario:

  • Respetar los ritmos individuales.
  • Programar las actividades.
  • Ofrecer un buen descanso.
  • Realizar pausas y momentos de relajación entre actividades.
  • Procurar una alimentación equilibrada.
  • Alternar actividades (las que requieren mayor concentración con las espontáneas o de interés inmediato) según las horas de mayor productividad.
  • Adecuada duración de las actividades.
  • Asegurar que el trabajo escolar sea un estímulo de desarrollo.
  • Combinar y adecuar los programas trimestrales y del curso.
  • Propiciar el ambiente de trabajo mediante la iluminación y ventilación entre otros aspectos.

    El movimiento físico es una necesidad y que está ligada al crecimiento, pues la limitación de éste, con el tiempo, provoca la disminución del rendimiento y el cansancio.


Referencia.

Palomar, M., Muñoz, L., Nus, P., y Arteaga, L. (2008). Autonomía personal y salud infantil. CFGS Educación Infantil. Servicios socioculturales y a la comunidad. Editorial Altamar.


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