MI EXPERIENCIA CON LA INFERTILIDAD. MENOPAUSIA PRECOZ


MI EXPERIENCIA CON LA INFERTILIDAD.
MENOPAUSIA PRECOZ

    ¡Hola sonrientes! 
💁
    En esta entrada vengo a contaros mi experiencia con la infertilidad, concretamente con la menopausia precoz. Y es que, después de 4 años de casada, por fin encontré un trabajo con el que podía ahorrar lo suficiente como para pagarme el Título de inglés y así poder obtener el Título universitario (hasta ese momento solo me llamaban para cubrir bajas. Sí, los trabajos están fatal). Hasta hace un año estaba tranquila porque aunque estaba ahorrando para prepararme las oposiciones, al menos ya tenía mi carrera que tanto me había costado (estudiar las oposiciones no asegura el aprobado y mucho menos plaza fija, o al menos así es como yo lo veo). Así que mi marido, que había encontrado un trabajo mejor, y yo (con un trabajo algo más estable) decidimos ponernos manos a la obra e intentar concebir un hijo. 

    Los meses pasaban y veíamos que no llegaba, no había síntomas aunque yo llegué a obsesionarme de tal modo que si tenía pesadez de estómago pensaba que ya eran náuseas, o si me dolía el vientre, pensaba que era por la posible formación de lo que creía que era el bebé y no por acumulación de gases, entre otras obsesiones. Intentaba comer más sano aún, evitaba comer jamón, si iba a alguna boda o comunión evitaba beber alcohol y bebidas azucaradas. Más que una fiesta, para mí era una tortura, ya no era por la alimentación, era por los comentarios desacertados de familiares y amigos que preguntaban o exigían incluso que: ¡¿para cuándo los niños?!

⛔  
Por favor, nunca hagáis esa pregunta.
¡¿para cuándo los niños?!
¡NUNCA!

    Era triste ver cómo pasaban los meses y la menstruación venía como un reloj, como mucho un día o dos de diferencia. Ver cómo amigas, compañeras, familia, mujeres en general se quedaban embarazadas y yo no.

¿Pero esto qué es? ¿Un virus? ¡Contágienmelo!

    Me concienciaba pensando que era porque el estrés del trabajo, la casa, mi trabajo en los ratos libres que tenía era trabajar en el campo... que ya me quedaría embarazada. ¡Era joven! Tenía 32 años.

    Como os he comentado, trabajaba para ahorrar y me empecé a realizar un tratamiento de láser para evitar pasar un calvario con los dichosos forúnculos. La técnico, muy amable y profesional en todo momento (y a la que le estoy muy agradecida) me aconsejó al cabo de varias sesiones, que me hiciera unos análisis hormonales ya que había observado que cuando parecía ser que el bello había desaparecido, a la siguiente sesión volvía a parecer como si nunca me hubiera dado ninguna sesión.

    Así que, acudí a mi médico de cabecera y solicité un análisis hormonal, que me pregunto que de qué hormonas quería, que había muchas hormonas pero de todas no podía mandarlas, 🤨 vamos que no me mandó a realizar ningún análisis, le dije que quería una consulta con el ginecólogo para pedirle los análisis hormonales pues ahí seguramente sabrían qué hormonas eran las que me tenía que analizar.

    Total que a los dos meses me vio el ginecólogo y le pedí los análisis y ya de paso le expliqué que no me quedaba embarazada. 

    No me dio respuestas, hablaba como para él mismo, susurrando. Si no llega a ser por la profesional que lo acompañaba, no me entero que tenía que solicitar una citología, debía perder peso dado que en la Seguridad Social exigen como requisito que te encuentres por debajo de 30 de IMC (Índice de Masa Corporal), me realizó una prueba (que no me explicó en qué consistía, ni para qué, ni cómo se llamaba, ni qué vio en ella, ¡NADA!). Por último me dijo que estaba en lista de espera, no sabía para qué, si lista de espera para hacerme más pruebas, si para ir a in vitro, si era en mi pueblo o en la capital, sólo que ya me llamarían. ¡Pues vale!

    Así que dejé de realizarme el tratamiento láser a la espera de que me dijesen por fin si era tema hormonal, o problemas con el bello, o de la máquina...

    Al cabo de dos semanas más tarde tuve la citología. Esta prueba me la realizó una matrona que fue majísima, me explicó que la prueba que me realizó el ginecólogo semanas antes fue una ecografía transvaginal, que estuviera tranquila que si no me había dicho nada era porque todo estaba bien ( ese era el problema que no hablaba y lo poco que hablaba era entre susurros, así que no sabía si era bueno o malo pero gracias a ella ya estaba más tranquila). También me dijo cuánto tardarían los resultados de la citología (2 meses) y me preguntó si tomaba pastillas de ácido fólico, me recomendó que cambiase las que estaba tomando por las de la Seguridad Social. Me preguntó si me hacía test de ovulación o me tomaba la temperatura basal. En fin, me hizo varias preguntas pero también me informó sobre varios aspectos relacionados y salí encantada de la consulta, nada que ver con la experiencia anterior. 

    A las dos semanas siguientes me enviaron un mensaje al móvil diciendo que tenía que acudir al hospital en dos meses. Si no fuera por la matrona que me aclaró todas las dudas que tenía hasta ese momento, no sabría si era para hacerme más pruebas o para recoger los resultados de la prueba que me realizó el ginecólogo.

    La cita en el hospitalque en mi caso está a 80km, era para que mi marido y yo le respondiésemos a unos cuestionarios. A mi me pesaron y midieron, también me indica que he engordado algo más y estoy en 30,6 IMC y que tengo que bajar de peso. Nos solicita a ambos unos análisis de sangre y bastante exhaustivos. Le explica a mi marido que se tiene que hacer un expermiograma en el mismo hospital pero que ya lo citarían otro día.

    Mi marido se realizó la analítica al día siguiente de la consulta, y yo en mi siguiente menstruación (en el tercer día para poder comprobar la hormona anti-mulleriana). Recibo de nuevo un SMS con cita para dentro de 2 meses, una semana antes acudió mi marido a realizarse la prueba del expermiograma. 

    Habían pasado más de 5 meses entre que empecé a pedir cita con el médico de cabecera hasta que recogimos los resultados. Todo estaba bien, mi marido estaba como un roble y yo igual, salvo que mi hormona anti-mulleriana era demasiado baja para mi edad. La doctora me preguntó que si aún tenía la menstruación y que si era regular. 

- Sí, todo normal.
- Pues la anti-mulleriana me indica que tienes menopausia precoz. Tu opción es una in vitro y solo tienes un intento. La lista de espera en la Seguridad Social es de año y medio aunque no sé si para dentro de un año seguirás ovulando, así que dicho intento lo más probable es que no sean con tus óvulos. Mi recomendación es que vayáis a una clínica reproductiva privada si queréis que sean con tus óvulos. Te doy un número de teléfono para que dentro de 2 meses llames para ver si estás en lista de espera.

😐

    No me lo creía, era imposible que me pasara eso, me decía a mí misma, pero si yo soy demasiado joven aún. Hacía gestos de afirmación conforme me iba diciendo eso la doctora pero en mi mente estaba tratando de asimilarlo. A ver, sabía que llevaba un año que lo estaba intentando y nada, pero... ¿que fuera por menopausia? ¡Eso no podía ser!

   Intenté no mostrar ningún signo de emoción o sentimiento, intenté hablar con el nudo que tenía en la garganta una vez que dejó de hablar la doctora. Pedí otra prueba más, un cariotipo (prueba genética) cuyos resultados tardan algo más de 3 meses, ya que entrabamos en las vacaciones de verano y había menos personal para hacer las pruebas. Total que en septiembre iremos a conocer los resultados. También pedí información sobre si sabía de clínicas privadas, pues para mí es un mundo desconocido.

    Con el paso de los días he intentado observar si muestro signos de menopausia, pero ningún sofoco de calor (tengo calor normal de vivir en Andalucía, donde las temperaturas máximas en verano superan los 40 grados durante el día y los 30 grados durante la noche, ¡sí! muchísimo calor), mis dolores de cabeza suelen ser migrañas de las cuales llevo como un par de años con ellas de forma intensa, no sé si es a raíz de la menopausia o no. Y mi cansancio pues es normal después de una jornada de trabajo, tareas en el hogar, y si no estoy estudiando para algo concreto me voy a realizar labores en el campo, así que como no paro pues... ¡Como para no estar cansada!. Tampoco quiero darle muchas vueltas al coco para no volverme hipocondríaca, aunque es difícil evitar no pensar en mil cosas.

    Bueno mis sonrientes, así es como me enteré que tenía menopausia precoz y cómo hizo que empezara mi lucha con las clínicas privadas. Espero que si habéis leído esta publicación os haya servido de orientación sobre todo para aquellas personas que estén pasando por una situación similar o que comienzan en el largo y duro camino de la infertilidad, así que... ¡Ánimo!

Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario